Cómo dejar de perderse en las relaciones

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Hay algo en perderse en una relación que, por muy abstracto que suene, es algo abstracto. Los pragmáticos y los que prefieren el hemisferio izquierdo podrían argumentar: "¿Cómo puedes perderte? Estás ahí".
Pero si lo has experimentado, lo sabes.
Puede que tarde un tiempo en darte cuenta. Puede que te golpee de repente en la cara como una tonelada de ladrillos. O puede que te moleste a diario, susurrándote al oído: «Esto no es lo que realmente eres».
De cualquier manera, perderse en una relación es un camino peligroso que solo puede conducir a una existencia y una experiencia de vida menos plenas y sin poder.
Un tú sin poder y menos realizado.
¿Cómo es perderse a uno mismo?
Si bien es cierto que perderse en una relación no significa convertirse en un fantasma o abandonar el cuerpo, sí significa que se pierde la conexión con el yo interior, específicamente con los deseos, necesidades y anhelos que lo convierten en un ser humano único.
Aquí hay algunas señales seguras de que has perdido esa conexión interna contigo mismo dentro de tu relación:
- A menudo actúas, piensas y te comunicas de maneras que sientes que tu pareja aprobará y deseará, en lugar de ser tu yo verdadero y auténtico.
- Constantemente ignoras tus propias necesidades y deseos dentro de la relación.
- Sientes que la relación te está “deprimiendo”.
- Con frecuencia esperas que tu pareja te traiga felicidad en lugar de buscar en tu interior la satisfacción de estar contento.
- Pierdes interés en tus propios pasatiempos, metas y sueños y prestas más atención a los pasatiempos y objetivos de tu pareja.
- Te sientes incómodo estando solo y prefieres pasar tiempo con tu pareja, incluso si eso significa involucrarte constantemente en actividades que no te resuenan.
Entonces ¿por qué nos perdemos en las relaciones?
Leer la lista anterior suena horrible y me lleva a preguntarme: ¿Cómo sucede esto? ¿Por qué te pierdes en una relación?
La respuesta es el apego.
Te apegaste a tu pareja y te volviste adicto a ella bajo la falsa premisa de que podría llenar algo que está vacío dentro de ti.
Muchas enseñanzas espirituales afirman que este sentimiento de vacío comenzó al nacer. Te sentías pleno y completo en el vientre materno, pero al venir al mundo tuviste que separarte de esta sensación de plenitud (a veces conocida como «Unidad») solo para pasar el resto de tu vida buscando de nuevo esa plenitud.
Así que lo más fascinante de estar apegado a tu pareja es que el anhelo ni siquiera se trata de ella. Se trata de ti.
Eres tú quien desea lo que se siente bien y persigue ese sentimiento.
Quizás tu pareja te hizo sentir increíble en el comienzo de tu relaciónTe sentías querido, deseado, amado y completo. Entonces, como los drogadictos que recurren al robo para mantener su adicción, seguiste persiguiendo esa increíble sensación aunque ya no existía. Seguiste corriendo hacia tu pareja pensando que te traería esa sensación de bienestar de nuevo, cuando en realidad solo te alejabas cada vez más de ti mismo.
Es posible que también hayas adoptado el hábito de actuar de maneras que crees que los demás quieren que actúes a partir de tu relación con tus padres (o cuidadores principales) en la primera infancia.
Quizás desde muy pequeño decidiste que harías lo que fuera por complacer a tus padres, incluso descifrar qué versión de ti mismo conseguía que te quisieran y reconocieran más. Aprendiste a jugar un papel con tus seres queridos para ganarte su amor en lugar de simplemente ser tú mismo, y este comportamiento se repitió en tus relaciones románticas.
Otra explicación es lo que en el campo de la psicología llamamos una “Apego inseguro”Esto significa que su cuidador principal no pudo satisfacer sus deseos únicos y sus necesidades físicas o emocionales cuando usted era un bebé.
Lo más probable es que te alimentaran según un horario (o incluso según el horario de un "experto") en lugar de simplemente cuando tenías hambre. O tal vez te obligaban a acostarte a las 7 p. m. todas las noches, sin importar si estabas cansado o no.
Quizás no podías elegir qué ropa usar a diario. Gracias a este tipo de situaciones, aprendiste a dejar tus necesidades y deseos instintivos en manos de tus cuidadores y seres queridos.
Lo más probable es que no te dieran el espacio para expresar tus propias necesidades. Como resultado, las sometiste involuntariamente a tus padres, te asustaste demasiado para ser (o cuidar de) ti mismo, y luego "repetiste" este patrón en tus relaciones románticas más adelante en tu vida.
Cómo reencontrarte a ti mismo
Ahora que entiendes más acerca de por qué te perdiste en tu relación, surge la pregunta: ¿Cómo te conectas con tus propias necesidades internas para encontrarte a ti mismo nuevamente?
Tu practicas
Practica ponerte en contacto contigo mismo y conectarte con tus propias necesidades todos los días.
A continuación te dejamos algunos consejos y herramientas para que practiques el reencuentro contigo mismo:
- Pregúntate cada día: “¿Qué necesito hoy?”
Realice un balance sobre las actividades del día, incluyendo su alimentación, su atención al trabajo, su interacción con otros, su actividad o su nutrición:
- Quizás sientas que necesitas beber sólo batidos de frutas durante el día o que necesitas darte el gusto de comer ese trozo de pastel de chocolate.
- Es posible que necesites tomarte un tiempo libre del trabajo para ir a la playa o trabajar 12 horas al día para completar una tarea.
- Quizás necesites llamar a tu mejor amigo o apagar tu teléfono.
- O tal vez necesitas una clase de yoga que te hará sudar mucho, un baño, una siesta o una hora de meditación.
Tómate el tiempo para escucharte atentamente y saber qué es lo mejor para ti, independientemente de las necesidades de tu pareja o de lo que sientas que "deberías" estar haciendo. Confía en tus mensajes internos para desarrollar una sólida comprensión de ti mismo y de tus deseos.
También puedes practicar el auto-registro varias veces al día: "¿Qué necesito en este momento?". "¿Cuáles son mis necesidades ahora mismo? ¿Qué deseo?".
Si descubres que a menudo pones las necesidades de tu pareja por delante de las tuyas, detente y observa dónde puedes, al menos, crear un equilibrio dentro de la relación.
- Conviértete en tu propio padre
Si tu padre o madre no pudo sintonizar ni atender tus necesidades personales y buscabas la guía de tu pareja, empieza a estar presente para ti como te gustaría que lo estuviera tu "Padre o Madre Ideal". Si pudieras ser tu padre o madre ideal, probablemente harías lo siguiente:
Date espacio para explorar la vida. Reconócete por el trabajo bien hecho. Ten verdadera compasión por ti mismo. Ámate incondicionalmente.
Conócete a ti mismo y cómo reaccionas ante la vida. Conoce tus fortalezas y debilidades. Sé tu mejor defensor. Escucha tus necesidades y responde para satisfacerlas si te convienen. Demuéstrate lo especial que eres. Valórate y celebra tus dones.
- Conviértete en tu propio amante
En lugar de buscar siempre la satisfacción y plenitud de tu pareja, practica la plenitud personal. Sal a salir contigo mismo. Cómprate flores. Tócate el cuerpo con cariño. Hazte el amor durante horas. Sé atento y escúchate. Sé tu mejor amigo. Practica no buscar a los demás para encontrar tu camino.
Esta es una gran herramienta para conectar contigo mismo si te sientes perdido en una relación. Puedes mantener tu relación con tu pareja y, al mismo tiempo, fortalecer (o iniciar) la que tienes contigo mismo. Nadie más puede trabajar en tu relación contigo mismo, excepto tú.
- Estar contigo mismo
Pregúntese: ¿Qué es lo que me gusta hacer independientemente de mi pareja?
Explora diferentes pasatiempos y actividades. Dedica tiempo a ti mismo para conocerte y descubrir qué necesitas. Si te cuesta estar solo, persevera. A veces tienes que pasar tiempo a solas odiándote para aprender a amarte plenamente y disfrutar de tu propia compañía.
Es importante tener en cuenta que si te estás perdiendo en tu relación, no es culpa de tu pareja. Tampoco es culpa de tus padres o cuidadores. Ellos hicieron lo mejor que pudieron con lo que aprendieron o sabían, igual que tú.
En lugar de culparte por tu propio comportamiento, practica asumir la responsabilidad de todas tus decisiones (conscientes o inconscientes) fuera del marco de los juicios de "correcto" o "incorrecto". Confía en que te perdiste para aprender una valiosa lección de vida.
Quizás pasaste por la experiencia de perderte a ti mismo para encontrarte de una manera incluso más profunda que antes.
Para conocerte aún más.
Para dominarte aún más.
Por último, si actualmente estás en una relación en la que te has perdido a ti mismo, solo tú puedes decidir si continuar con ella o no. Si te sientes confundido o indeciso, confía en que el tiempo te dirá qué hacer. Siempre es útil trabajar con un terapeuta que pueda brindarte espacio mientras decides qué elegir, así que contacta con alguien con quien te sientas identificado.
Simplemente recuerda: una relación sana te permite ser más tú mismo, no menos.
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